Asphyx es una banda que no es desconocida para los aficionados al death
metal. Desde su primer álbum, titulado "The Rack", brindan una mezcla
entre death, doom, y un poco (apenitas) de thrash. El sonido actual de
la banda no difiere mucho del de sus primeros álbumes, pero es algo más
moderno.
La producción, por ejemplo, es mucho menos sucia y se
la juega más por la claridad, y la batería suena considerablemente más
digital. Las guitarras suenan muy gruesas y eso hace que los riffs
suenen más pesados de lo que quizás podrían sonar sin una producción
así. Lamentablemente, en este tipo de producciones el bajo tiende a
ahogarse en el mix, y "Necroceros" no es la excepción a la regla.
Pero,
¿y la música? Como dije, es lo que Asphyx viene haciendo desde sus
inicios, death/doom increíblemente denso y pesado, con riffs thrasheros
cada tanto, y con una sencillez casi punk por momentos. Hay riffs
frenéticos, riffs lentos que no quedarían mal en un disco de Dismember o
Entombed, riffs algo galopantes, incluso hay un pasaje acústico a lo
Opeth en "Three Years of Famine". Hay punteos melódicos que le dan un
buen contraste a los riffs gruesos y viscerales que dominan el álbum, y
que van bien también con las melodías más inspiradas en el doom metal.
De hecho, todas las canciones en este álbum están muy bien
estructuradas, pero ya voy a hablar de eso más abajo.
La
batería, si bien sencilla, toca fills que crean expectativa por lo que
va a venir inmediatamente después. Hay cambios de tiempo que no siempre
son predecibles, y que sorprenden varias veces al oyente.
Todo
el disco es pesado y lúgubre, gracias a diversos factores. Entre ellos,
la producción, el tono de guitarra, y la voz tan distintiva de Van
Drunen, que suena como si le hubieran arrancado la piel a alguien y de
alguna manera siguiese vivo, pero con el dolor lógico de, bueno... no
tener piel. Y aprovecho para decir que la voz del mencionado Van Drunen
parece intacta después de tantos años, incluso diría que suena mejor que
en los primeros dos discos de Pestilence.
Algunos detalles que
me gustaron del álbum y que merecen su propio párrafo son: el mencionado
pasaje acústico a lo Opeth en "Three Years of Famine", la introducción
neandertalezca del tema título (golpes de batería primitivos, Van Drunen
vociferando "NECRROOOOCEROOOOOOOOOSSSSSS"), y los leads excelentes en
"The Sole Cure Is Death".
Ahora, como suelo decir después de
tirar flores para todos lados, no todo es perfecto. Si bien no hay
ningún problema con los temas (individualmente hablando), 50 minutos es
un poco mucho para lo que ofrece este último trabajo de Asphyx. Hay
riffs que son algo similares, y además de eso hay temas donde los riffs
se repiten hasta que se gastan. No es que los riffs se repitan tanto que
se hagan monótonos los temas individuales, sino que al ocurrir esto en
varios tracks, se hace monótono el álbum en sí.
Entonces,
¿recomiendo escuchar "Necroceros"? Absolutamente. Tiene algunos de los
mejores riffs y de los mejores temas de toda la carrera de Asphyx, y
quizás incluso del death metal en general. Pero hay que tener en cuenta
que sobre el final del disco capaz estés algo cansado de escuchar tantos
machaques. Mi puntaje es un 83/100.
Pueden "Necroceros" en YouTube y Spotify. En cuanto a mí, me pueden seguir en mi cuenta de Instagram, donde aviso siempre que subo algo al blog.